miércoles, 10 de abril de 2013

Desayunos en el DF ¡de huevos!

Ya lo decía el tigre Toño: "el desayuno es el alimento más importante del día". Y para los mexicanos (o por lo menos para este) un buen día empieza con un buen desayuno, por eso creo, somos bastante exigentes en cuanto a esto se refiere. Los desayunos europeos y gringos son escencialmente monótonos e insípidos, bastante desencantados a mi parecer. Incluso los de varios países hermanos de América Latina preparan desayunos que no hacen justicia a su herencia culinaria. Digo esto porque no es lo mismo desayuno de huevos (así bien chingón) a un desayuno de hueva, aunque todos incluyan escencialmente lo mismo en todos los países ocidentales: café, pan, fruta y huevos.

Y si de huevos se trata, pues los mexicanos somos bien huevones, digo huevudos, digo, que nos gusta mucho el huevo. Tan así que somos el país que consume más huevo en el mundo, con algo así c
omo 20.3 kilogramos por persona al año. (¿Apoco no los apantallé con el dato?). A eso debe atribuirse la variedad de preparación para todos los platillo, pero en particular, para servir el tan mentado desayuno, tema de esta entrada del blog. En otras palabras señoras y señores (particularmente extranjeros)  hay un universo más allá de los huevos fritos y los revueltos.

Ciertamente entre las opciones de desayuno se cuentan otros platillos clásicos mexicanos muy apropiados para las mañana, particularmente para las que suceden a una noche de copas (lease cuando amaneces crudo): chilaquiles, menudo (pancita) y nuestros gloriosos tamales con su variedad de atoles; los huevos, ocupan, por merito propio, un lugar especial en nuestro corazón (y no por el colesterol).

Si bien considero que los huevos más deliciosos en México, y en particular en el DF son los míos, aquí les dejo la recomendación del autor de los cinco mejores sitios para tener un desayuno no de huevos, ¡de huevísimos!

1.Café de Tacuba

¿Porqué ir? Un lugar chingonamente hermoso establecido en 1912 en una casona del siglo XVII con un ambiente colonial con una decoración que destaca vitrales y el famoso Mural del Chocolate, que inspiró a una gran banda de rock mexicano y que además cuida en detalle la calidad de sus alimentos.

No dejes de probar: Los huevos benedictinos y el chocolate

Cómo llegar: Idealmente en bicicleta cualquier día de la semana, pero en particular los fines de semana. La cicloestación más cercana se encuentra junto a la plaza Tolsá.

Tacuba 28, centro
http://www.cafedetacuba.com.mx/



2. Bread and Co

¿Porqué ir?

No dejes de probar: Los huevos flamenca. El pan de dulce es increible, pero el pan tostado con las mermeladas del servicio son la gloria.

Cómo llegar: A pie desde la glorieta del ángel:

Río Lerma No. 191 Col. Cuauhtémoc
http://www.breadco.com.mx/


3. Cafebrería el Péndulo

¿Porqué ir? Dos palabras: "desayunos musicales". Disfruta de platillos originales entre libros y música en vivo los sábados para amenizar una buena mañana.

No dejes de probar: Los huevos Saramgo o los Fausto sincronizados (con mole o con salsa verde) y las mermeladas reducidas en azúcar

Cómo llegar: A pie o en bici a la ubicación de tu preferencia: Zona Rosa (Hamburgo), Roma (Álvaro Obregón), Condesa y Polanco.




4. Café de la Ermita

¿Porqué ir? Un servico excelente, y personal, buen sasón, buen precio y platillos originales.
No dejes de probar: El rabo de mestiza (sin albúr) servido en mocajete y los huevos Cazuela con sus 3 infladitas.
Cómo llegar: A pie desde la glorieta de la Palma, por Río Rhin.

Manuel María Contreras 229, col. Cuauhtémoc



5. Huevitos y Hot Cakes

¿Porqué ir? Su especialidad son los huevos (obviamente) y tienen tantas variedades de preparación e igredientes que no me alcanza el blog para describirlos, excelente sevicio, buen precio y café ilimitado.

No dejes de probar:  Los Fench-Méx, los Pedro infante y los churros.

Cómo llegar: Metro bús Reforma o a Pie desde la Glorieta de la Palma

Villalongin 60, Col. Cuahtémoc
http://www.facebook.com/HuevitosYHotCakesMexico?ref=ts&fref=ts


Por último, les dejo una reflexión. Me preguntaron "y usted cómo quiere sus huevos" y yo respondí que con un cariño muy especial. Así que si ustedes también los quieren mucho, recuerden que tocarse es lo de hoy. ¡Provecho!










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